Cómo escoger a tu mascota sin morir en el intento.

 

Hace tiempo atrás, tuve la oportunidad de conocer a Roger, tenía ya algunos años y en su corpulento cuerpo reposaban algunas cicatrices derivadas de las batallas que había librado en su vida. La primera vez que lo vi, puede observar que sus ojos eran rojizos y su aspecto era tan agresivo que pocos se le acercaban.   Roger era un perro de raza pitbull, que había sido utilizado por su dueño anterior para pelear con otros perros y así obtener ganancias de él.  Fue vendido porque debido a su edad, no peleaba igual y no brindaba las mismas utilidades a su cuidador.

La persona que lo compró, pensaba que por su aspecto y su historial podría cuidar una vivienda que quedaba en las afueras de la ciudad. Roger, quien ya no peleaba para generar dinero, empezó a tener una vida más tranquila y su nuevo cuidador logró que esa mirada fría y la actitud agresiva cambiara y se convirtiera así en un miembro de la familia.  Roger murió dos años después. 

Roger es un ejemplo de que los animales, como seres vivos, reaccionan al trato que le ofrecen sus cuidadores; que no es resultado de su raza como muchos piensan y que sienten como un ser humano.  Que a pesar de que las personas, aún no tienen la capacidad de entender su lenguaje, es posible tener una comunicación con ellos, a través de sus expresiones corporales.

Los animales son una excelente compañía y está demostrado que ayudan a mejorar la vida de las personas con un impacto tanto a nivel psicológico, como físico.

Hoy en día, muchas personas por distintos temas, no conviven con nadie y se pueden sentir más cómodos con una mascota y por eso toman la decisión de tener una.  Sin embargo, otros que comparten más en familia, creen que una mascota puede ayudar a afianzar aún más la relación y es algo maravillo.  En ambos escenarios es necesario tener en cuenta algunas cosas para tomar la decisión; para obtener los mejores resultados y no fallar en el intento.

a.       Tiempo. 

Como se puedo observar en la historia, ellos requieren atención y cuidado y en este caso, los animales domésticos dependerán de usted. De ahí la importancia de evaluar qué mascota se puede adaptar más fácilmente a su estilo de vida para que ni él, ni usted sufran por ello. Los horarios de alimentación, las salidas para que se ejercite y el compartir espacios juntos es de los puntos a considerar; por ejemplo, si su rutina no le permite permanecer en casa y no cuenta con un tercero que le ayude con la mascota; tal vez, tener un perro no sea los más idóneo.   

b.       Espacio.

No todas las personas cuentan con grandes viviendas o patio para que el nuevo integrante pueda moverse a su antojo y libremente.  Cada día las construcciones son más reducidas y casi que la estructura cuenta con lo básico.  Las mascotas al no contar con un espacio y al limitar sus actividades se ven muy afectadas y pueden estresarse.  El estrés causa en ellos ansiedad, mal humor y se pueden tornar algo agresivos, lo que llevaría a la pérdida de la armonía.  Lo recomendable antes de tener la nueva mascota es evaluar qué espacio le podrás asignar al nuevo integrante para que se sienta a gusto.  De igual forma, consultar sobre qué tanto crecerá la mascota para determinar si efectivamente el espacio es el adecuado.

c.       Dinero.

Un factor no menos importante que los anteriores, es el dinero.  Es de evaluar cómo afectará su presupuesto la llegada de la mascota a tu vida.  Los costos de alimentación, gastos veterinarios, adecuación de espacio, entre otros, deben ser tenidos en cuenta para evitar sorpresas de último momento y que el bienestar de ambos se deteriore.

d.       Disposición.

Tomar la decisión de adquirir una mascota va más allá de un capricho; porque no es como los juguetes, que hoy lo quieres y mañana no.  Algunas personas se enamoran de sus mascotas cuando están pequeños y les genera mucho amor y ternura. No obstante, al pasar el tiempo ese amor lo van perdiendo y no les dan el respeto y trato adecuado.  En de recordar que el entrenamiento de su mascota es importante, máxime si lo adquiere a una edad temprana.

Si tienes niños, muéstreles cómo debe tratar a la mascota y sobre todo se les debe explicar a los peques que no son un juguete.  Cuando los niños presionan demasiado a las mascotas, llega a un punto que ellas, ante el estrés, sólo reaccionan y pueden sin intención, claro está, lastimar al niño.

Con estos consejos básicos usted tendrá la oportunidad de compartir agradables momentos con su mascota y disfrutar aún más de la vida.

Gracias.