¿Cómo superar la ausencia de tu mascota?

Simpre te extrañaré - Adiós querido amigo- 

Llegó a mí tan lleno de vida que daba envidia.  Corría y saltaba de un lado a otro tratando de identificar su nuevo hogar y sobre todo en dónde quería permanecer.  Su pelo en gran parte del cuerpo era gris y la zona de la panza blanca, ojos grises rayados y delineados, patitas gruesas a pesar de ser pequeño, ¿raza? jamás la supe y no fue relevante para mí.  Es de reconocer que no quería una mascota.  Sin embargo, evalúe la posibilidad y procedí a leer tips para escoger una y determiné que, aunque me encantan los caballos y adoro a los perros, un gato era perfecto.  https://sinergiayvida.blogspot.com/2021/03/como-escoger-tu-mascota-sin-morir-en-el.html

Lo siguiente que hice fue consultar con los amigos si sabían de gatitos que estuvieran siendo entregados en adopción y una amiga tenía cuatro.  Era difícil escoger porque todos eran tiernos y cualquiera era una excelente opción.

El cambio no se hizo esperar, el espacio que le asigné en un comienzo no era, al parecer, el que le llamaba la atención y digamos que se inició una negociación.  Como buen gato, se concentró en lo que él quería y fue una silla Isabelina y tras de insistir incansablemente que esa no era una de las opciones y mostrar que su espacio era igualmente cómodo, llegamos a feliz término y logró aceptar el hecho.  

Aprendimos a convivir, porque siendo algo territoriales, se les puede enseñar y delimitar los espacios.  A ver  ¿En qué fallé? 😕

Fotografía: Msnavia

Una mañana observé que su movilidad era aun más reducida, ya habían pasado los años y a pesar de tener 7 vidas, parecía que ya estaba en la séptima. Ocho días antes la había llevado donde el veterinario, quién me alertó de su situación.  Ya no corría igual, ni se esforzaba por pelear por lo que quería, ya era pausado.  Ese día a las 11am sus ojos se apagaron y su energía se agotó.  Nunca pensé que sería tan fuerte el sentimiento de pérdida.  Sabía que podía pasar, pero era como no querer aceptar la verdad.

Se realizaron las actividades propias de la situación y aunque estaba acompañada, sentía la soledad.  El dolor aumentaba, conforme pasaban los días y los espacios en que él solía permanecer, se encontraban vacíos. Su ronroneo cesó y a cambio mi llanto y tristeza afloraron. 

Las personas, muy apreciadas, me recomendaron que consiguiera otra y me dirigí a un sitio para escoger a mi nuevo compañero, no pude y ahí entendí que no todos logran superar la pérdida de igual forma.

Las mascotas se han convertido hoy en día en un integrante más de la familia por todo lo que aporta en ella, cariño, unión, compañerismo y un sin número de sentimientos que, incluso pueden ayudar a las personas que tiene problemas tanto físicos como psicológicos.  De ahí que cada uno de ellos tendrán un espacio especial en nuestras vidas y corazones.

Etapas que contribuyen en el proceso de superar la ausencia:

Realizar el duelo.  El duelo ayuda a interiorizar la pérdida y el tiempo depende de cada persona; para algunos serán meses, para otros puede tomar años.  En ocasiones, se logra superar de forma individual, otros necesitaran de la ayuda profesional. 

Expresar lo que sientes.  No es para algunos algo fácil de manejar, sobre todo porque aún existe la creencia de que la mascota es como un objeto que se puede reemplazar de forma sencilla y eso hace que se trate el tema con reserva.  Empero, es de tener en cuenta que no todos piensan igual y que muchos sentirán empatía al conocer el dolor que sientes y desahogarte ayuda mucho.

Obsequiar sus pertenencias:  Permanecer con sus cosas hace más difícil aceptar la pérdida.  Es como guardar la esperanza de un regreso, el cual no será.

Conseguir otra mascota:  En esta etapa una nueva compañía puede ayudar, máxime si no se siente la necesidad de forzar las cosas para que todo vuelva a ser igual.  El tiempo para hacerlo depende de cada quien.

Cuidar la salud:  La tristeza ante la pérdida puede generar descuidos en la salud tanto física como mental. El sentimiento puede traer consigo la depresión; que no permite que el individuo retome su vida normal. 

Agradecer:  Aunque parezca descabellado ante semejante situación, el mostrar agradecimiento por haber tenido la oportunidad de compartir con ellos, genera una sensación de alivio y tu cuerpo y mente podrían sanar un poco más rápido. 

 

Tomas mi gran amigo por siempre.

Gracias y muchos éxitos. 😉

a.